lunes, 2 de julio de 2018

La princesa prometida


                           La princesa prometida  (1987)


                          


Día 6...

Hora de sumergirse de lleno en los recuerdos de infancia, que suelen ser los mejores, con "La princesa prometida", película dirigida por Rob Reiner en 1987.

Hablar de ella es hablar de los 80, de una época que ya no volverá, de unos amigos de las que ya sólo queda un borrón o una voz, de tardes delante de la tele con la merienda y sobre todo, de una imaginación desbordante que paliaba la ausencia de recursos  tecnológicos a diferencia de las generaciones actuales, que están provocando un efecto de idiotización en las generaciones venideras (sí, van a ser aún más idiotas que nosotros)

Para todos aquellos que ya contamos con una cierta edad, entre 30 y 45 años concretamente, este film es todo un mito o lo que es lo mismo, una peli de culto, pese a que en su momento no fue precisamente un éxito comercial.

       


                      "Hola...Soy Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre....prepárate a morir"


La primera vez que la vi fue en aquel legendario vídeo comunitario, que causó auténtico furor en los 80, que por tan sólo 500 pesetas al mes, te permitía disfrutar de las películas más recientes con pocos meses de diferencia con respecto a su estreno en cines y todo gracias al vecino del barrio de turno con la preparación técnica suficiente (y la caradura) para hacerlo. Y lo mejor de todo, era que como todo el mundo lo tenía, al acabar la película todos bajábamos a la calle a hablar sobre ella, produciéndose discusiones que hoy harían sonrojar a más de uno por su ingenuidad (benditos tiempos).



  


                       "Hola...Soy Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre....prepárate a morir"


"La princesa prometida" parecía la típica aventura de magia y espada de la época pero luego te dabas cuenta de que estabas ante algo diferente; un romanticismo edulcorado buscado a conciencia, unas interpretaciones exageradas que también eran parte de su encanto, unos diálogos repletos de magníficas réplicas y ante todo, un sentido del humor que la convertía en una gran comedia, de las buenas que son las que saben reirse de sí mismas...





                     "Hola...Soy Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre....prepárate a morir"


A esto añadir la música de Willy DeVille y Mark Knopfler, Peter Falk (Colombo) como abuelo y Fred Savage (Aquellos maravillosos años) como nieto, ese "Como desees...", Billy Crystal, ese André el Gigante (mito para los que conocimos la lucha libre acabando los 80 y empezando los 90), los toques de humor paródico....



        "Abuelo, cuéntame un caso de los que resolviste con tu gabardina...digooo, un cuento"


Pero por si no había quedado claro la guinda de todo esto era Iñigo Montoya, personaje que acaba comiéndose la película y prácticamente al reparto entero y que, al menos para mí, supuso toda una revelación....Hollywood paría un personaje español que, aunque no se libraba de ser un cliché, no era malvado (al final, no) ni era torero...(¡lo nunca visto!) Y sí, vamos a dejarle por fin con su frase y a todo lo que ha dado de sí...




Por cierto, Mandy Patinkin (Iñigo Montoya) y Cary Elwes (Westley) acabaron trabajando juntos en el cine español en 2016 en "La reina de España". Vamos, que Fernando Trueba vio "La princesa prometida", seguro....

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