domingo, 19 de agosto de 2018

Patton


                                       Patton  (1970)


            


Día 37...Como la última parte de este curso pasado se vioo alterada por un discurso, he decidido que el post de hoy esté protagonizado precisamente por otro "speech", casi tan histórico como el mío...
Y es que, si hay una película en la que destaca un discurso sobremanera, "El gran dictador aparte", ésa es "Patton", cuya escena inicial es un discurso de casi siete minutos ininterrumpidos que ya marcará todo el desarrollo del film.



            Patton, en su salsa, con audiencia, barras y estrellas: agárrense los machos


"Patton" es un film estadounidense de 1970 dirigido por Franklin J. Schaffner (que nunca fue un genio del cine pero sí un gran profesional del mismo, con otras joyas como "El planeta de los simios" o "Papillon") y que narra la polémica historia del general George Patton, figura venerada por casi todo su país.


                         Este señor, a lo tonto, tiene varias obras maestras en su haber


Para empezar, el general Patton era un auténtico hijo de puta y la película no lo esconde. Analiza al militar como lo que era, profesional, metódico, duro y un ganador nato, lo cual encanta en Yanquilandia pero también a la persona arrogante, intolerante, cruel y en cierto modo, brutal. Esto último precisamente es lo que causó que su familia no diera su visto bueno al guión (escrito por F. F. Coppola) y que se estrenara sin su consentimiento.



                   El Patton real: si en foto asusta, habría que verlo en vivo y en directo


Ya en la primera escena, se atisba la personalidad "pattoniana", seis minutos de patriotismo exacerbado, honor y sacrificio, cueste lo que cueste, y sobre todo, de brutal sinceridad.
("Quiero que recordéis que ningún bastardo ganó jamás una guerra muriendo por su patria. La ganó haciendo que otros pobres estúpidos bastardos murieran por ella. Muchachos, todas esas historias de que Estados Unidos no quiere luchar, que pretende estar al margen de la guerra, son un montón de estiércol. A los estadounidenses por tradición les entusiasma luchar, todo verdadero estadounidense ama el acicate de la pelea. Cuando erais niños todos admirabais a los campeones: al corredor mas veloz, a los ases del fútbol, a los boxeadores mas duros. Los estadounidenses aman al ganador y no pueden soportar al que pierde. Todo estadounidense juega siempre para ganar, yo no apostaría el pellejo por un hombre que estando perdiendo, se riera. Por eso los estadounidenses nunca hemos perdido ni perderemos una guerra, porque la sola idea de perder nos resulta odiosa")
 Y es por eso que allí veneran la figura del general.
Pero la película no sería lo mismo sin la interpretación de George C. Scott, uno de esos casos en los que el actor se mimetiza con el personaje y es imposible separar a uno del otro. Merecidísima estatuilla al mejor actor que se llevó y que se negó a recoger en la ceremonia (primer actor que lo hacía) por desavenencias con la Academia. Sí, está claro que el espíritu de Patton se apoderó de él...



                         Patton-Scott: el método Stanislavski llevado a la obsesión

Más cosas que hacen grande a este film son la química de Scott con Karl Malden, como el general Bradley, la recreación de la II Guerra Mundial usando escenarios españoles y material de nuestro ejército de entonces (ventajas de tener un ejército obsoleto) y la fanfarria principal de la banda sonora compuesta por Jerry Goldsmith (magistral es lo menos que puede decirse)



      Afortunadamente, Jerry Goldsmith supo transmitir la épica que la película necesitaba



En conclusión, si se quiere saber todo sobre este hombre, mitad genio mitad psicópata, es la película indicada, no escondiendo sus detalles más polémicos: el maltrato que infligía a sus soldados, incluyendo las bofetadas que repartía entre sus hombres si aducían estrés nervioso, sus conflictos con los aliados forzosos rusos a los que odiaba y avisaba que serían el enemigo del futuro e incluso su antisemitismo (valiente para ser un producto de Hollywood el incluir la frase "nos hemos equivocado de enemigo en esta guerra")


                 El general, y sus habilidades sociales: "haciendo amigos" entre los rusos...



El único pero, que se omite en el final cualquier teoría sobre su muerte, ocurrida en Alemania al poco de acabar la guerra en accidente de circulación y sobre la que siempre hubo sospecha de conspiración (lo habrían quitado de en medio para que dejara de molestar a rusos y judíos)
Por cierto, en 1986 se produjo una secuela hecha para la televisión llamada "Los últimos días de Patton", que relata los últimos días de vida de Patton y el accidente que propició su muerte y en la que George C. Scott reinterpretó al personaje, aunque en este caso, la verdad, no pasa nada si no la veis.

                 
                                                            Niños, ésta, sí...



                                                           Niños, ésta, no...


En fin, os dejo con la escena inicial del discurso...














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