Los intocables de Eliot Ness (1987)
Día 36...
Hora de otra lección de cine gratis.
Se dice que el lenguaje cinematográfico
moderno nació a raíz de la obra del cineasta soviético Serguéi Eisenstein, creador
del tipo de montaje al que estamos acostumbrados y que sirvió para abandonar el
estilo "teatro grabado" que había caracterizado al séptimo arte en
sus comienzos (esa consideración debería compartirse "ex aequo" con
el otro gran innovador del cine, el estadounidense David W. Griffith)
En sus películas, en su mayoría obra para propaganda del régimen soviético, esto es perfectamente identificable, sobre todo, en "El acorazado Potemkin" (1925), considerado el primer film moderno.
En sus películas, en su mayoría obra para propaganda del régimen soviético, esto es perfectamente identificable, sobre todo, en "El acorazado Potemkin" (1925), considerado el primer film moderno.
Serguéi Eisenstein: visionario del cine y de los peinados arriesgados
¿A qué viene este rollo? A que
precisamente nuestra película de hoy incluye una mítica secuencia que homenajea
a Eisenstein y a su obra maestra.
"Los intocables de Eliot Ness"
es un film norteamericano de 1987 dirigido por Brian de Palma basado en la
novela co-escrita por el propio Ness y que ya había sido llevada a la
televisión como serie con gran éxito, que narraba la historia de cómo un agente
federal trataba de luchar contra el crimen organizado en los peligrosos años 20
de los EEUU de la "ley seca", representado por un brutal Al Capone
que tenía bajo su control a pistoleros, periodistas, policías y jueces.
Combatir el crimen no va regañado con la elegancia: Armani diseñó el vestuario del film
Brian de Palma pertenecía a una generación de directores que empezaron a
trabajar en los 60 y que estaban destinados a dominar el cine en las siguientes
décadas, incluyendo a Scorsese, Coppola, Lucas o Spielberg. Ya había demostrado
su talento en varias ocasiones, pasando de ser considerado un simple imitador
de Hitchcock en sus inicios a un autor consagrado gracias a "Carrie"
o "Scarface" y la crítica destacaba ante todo su uso de los planos
secuencia, es decir, rodar una escena entera sin cortar ni cambiar de plano,
todo un despliegue de planificación y de presión para los actores que son
enfocados en todo momento por la cámara.
Para De Palma, esta película era en principio, un encargo más, pero se
lo tomó como algo personal y el resultado final valió la pena.
Incluye varias secuencias brillantes
como la pifia en la primera detención de Ness, la de Capone con el bate de
beísbol en la mesa, el ataque al convoy de alcohol en Canadá o cualquiera en la
que interviniera un inconmesurable Sean Connery, que ganó el Oscar al mejor
secundario, pero hoy nos quedamos con la del tiroteo en la estación que
precisamente es todo un homenaje a la escena de la escalera de Odessa de
"El acorazado Potemkin" y es toda una clase magistral de cómo
mantener en tensión al espectador en todo momento (os dejo también el original para que comparéis)
Como curiosidad final, en principio a Ness lo iba a interpretar Don Johnson, sustituido finalmente por Kevin Costner en posiblemente el único papel
en el que lo soporto (ni siquiera como Robin Hood alopécico) y de Capone se
hizo cargo a comienzos del rodaje Bob Hoskins, aunque tras unas semanas de
trabajo, De Palma decidió cambiarlo, acertadamente, por De Niro.
Bob Hoskins / De Niro: un cambio a última hora para mejor o peor?
Poneos el chaleco antibalas y disfrutad del "baile"...
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