martes, 26 de junio de 2018

El gran dictador


                                 EL GRAN DICTADOR (1940)


                                                              Charles Chaplin and Paulette Goddard in The Great Dictator (1940)

Día 1...Inicio aquí otro proyecto más (por si no tenía suficientes) dedicado en este caso, y los que me conocéis bien lo sabéis, a mi otra gran pasión, el cine.

 El propósito es subir escenas de películas que, desde mi punto de vista claro, han sido muy importantes por lo que me marcaron en su momento y lo que supusieron para el séptimo arte, y al mismo tiempo, acompañarla de algún apunte interesante sobre las mismas. 
Sobra decir que serán elecciones y opiniones muy personales que, evidentemente pueden no coincidir con las vuestras (y espero no fastidiar a muchos con los spoilers).

Así que a partir de ahora, espero que nos veamos por aquí de forma habitual.

Empezamos con una auténtica obra maestra, el discurso que cerraba "El gran dictador" de Charles Chaplin, sátira que el actor, director, guionista y compositor británico realizó sobre el fascismo en general y sobre Hitler en particular.

    

                                                              Original y copia


Filmada en 1940, en los momentos iniciales de la II Guerra Mundial, con Hitler conquistando Europa casi sin oposición, su rodaje fue un milagro. Chaplin tuvo que pagar de su bolsillo toda la película, arriesgando su fortuna y recibió presiones y amenazas para que no la rodara (hay que tener en cuenta que EEUU aún era neutral en ese momento), teniendo que ser el propio presidente Roosevelt el que le animara finalmente a acabarla. 

Mención especial a esos personajes que se usan en la película basados en personajes reales (además del mismo Hinkel/Hitler) como Mussolini/Napoloni, Goering/Herring y sobre todo, ese vampírico Goebbels/Garbistch (jugando con el inglés "garbage" o basura)
                                              

                                    Goebbels/Garbistch: la realidad superó a la ficción

                                 La escena de la barbería: ritmo, música, ARTE...


Con algunas de las escenas más divertidas de la historia del cine, la película se pone muy seria al final cuando el barbero judío, haciéndose pasar por el dictador, suelta su discurso. Es cuando desaparece el personaje de Charlot y el verdadero Chaplin toma la palabra, en un discurso humanista y esperanzador (y que a día de hoy aún puede aplicarse) que sorprendió a todos por su franqueza y que aún aparece en los libros de ¡Historia del Arte! y que le supuso el tener que exiliarse de EEUU años después acusado de comunista.



Como curiosidades decir que el propio Hitler, que la prohibió en Alemania, pidió ver la película en privado aunque nunca dio su opinión sobre ella (Chaplin dijo que hubiera pagado por saberlo) y que Chaplin reconoció que no la habría rodado de haber sabido las atrocidades que cometerían los nazis durante la II Guerra Mundial y con los judíos. 

Nominada a cinco Oscars (de los que no ganó ninguno) es la película más proyectada en los centros educativos de todo el mundo (vale para Historia, Arte, Ética, Inglés, Valores Éticos, Cambios Sociales, Filosofía, Música,...) pero su gran valor reside en la valentía que supuso el haberla rodado y estrenado en el momento que se hizo. 

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